¿Cómo podemos mantenernos en pie, cuando somos golpeados y abatidos por el sufrimiento? Dios es nuestro escudo y nuestra fortaleza, quien nos sustenta en los momentos de debilidad.
La Palabra de Dios conforta y edifica a sus hijos incluso en medio de la aflicción. El hermano Manuel Zabala a través del Salmo 84 da respuestas a las siguientes preguntas: ¿De dónde vienen nuestras fuerzas cuando estamos atravesando el valle de lágrimas? ¿Cómo podemos convertir el valle de lágrimas en un valle de fuentes? ¿Cuál será nuestro estado después de atravesar el valle de lágrimas?
- Templo Bíblico Providence
- Expositor: Manuel Zabala
- Título: Atravesando el Valle de Lágrimas
- Fecha: 1/20/2019
- Pasaje: Salmo 84:5-7
!Cuán amables son tus moradas, oh Jehová de los ejércitos!
Salmos 84 (RVR1960)
Anhela mi alma y aun ardientemente desea los atrios de Jehová;
Mi corazón y mi carne cantan al Dios vivo.
Aun el gorrión halla casa,
Y la golondrina nido para sí, donde ponga sus polluelos,
Cerca de tus altares, oh Jehová de los ejércitos,
Rey mío, y Dios mío.
Bienaventurados los que habitan en tu casa;
Perpetuamente te alabarán. Selah
Bienaventurado el hombre que tiene en ti sus fuerzas,
En cuyo corazón están tus caminos.
Atravesando el valle de lágrimas lo cambian en fuente,
Cuando la lluvia llena los estanques.
Irán de poder en poder;
Verán a Dios en Sion.
Jehová Dios de los ejércitos, oye mi oración;
Escucha, oh Dios de Jacob. Selah
Mira, oh Dios, escudo nuestro,
Y pon los ojos en el rostro de tu ungido.
Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos.
Escogería antes estar a la puerta de la casa de mi Dios,
Que habitar en las moradas de maldad.
Porque sol y escudo es Jehová Dios;
Gracia y gloria dará Jehová.
No quitará el bien a los que andan en integridad.
Jehová de los ejércitos,
Dichoso el hombre que en ti confía.