Aunque la Iglesia local está constituida por creyentes; los hombres no han sido llamados a reinventar la iglesia de Jesucristo de acuerdo con sus gustos, preferencias personales, o a lo que sea más popular de acuerdo con el cambio de los tiempos. Para que una iglesia sea llamada bíblica debe operar en conformidad con lo que el dueño de la iglesia ha dicho.
El hermano Elvis Sena expone la gran realidad de que la palabra de Dios es donde podemos encontrar como debe de ser la iglesia; Cristo es la cabeza, el dueño, el que tiene la preeminencia, a quien la iglesia está sujeta y el que la sustenta. Los creyentes debemos buscar su Gloria en todo tiempo.